CONSEJOS Y EXPERIENCIAS DEL MAESTRO

CONSEJOS Y EXPERIENCIAS DEL MAESTRO

Se necesita aprender a aprender
Pues uno nunca se gradúa
Recuerda; nunca llegas a saber
Pues todo en la vida se evalúa.

De  niño aprendiste a caminar
Cuando joven tus sentimientos
Como adulto aprendiste a amar
Y aprovechar cada momento.

Cuando anciano aprenderás
Reconociendo tus limitaciones
Y debes tener la seguridad
Y a andar con precauciones.

Ya no te has graduado
Junta todo tu saber
Pues no haz disfrutado
La vida y su conocer.

Conocerás muchos mundos
Todas esferas y vivencias
Y veras cuan profundo
Serán  tus experiencias.

Hay que aprender a aprender, esta ha sido mi experiencia en esta vida. Cuando niño aprendí a disfrutar mi niñez, a usar mi imaginación y aprovechar cada momento.

Fue una niñez muy hermosa, explorándolo todo. Conociendo el ambiente, amigos y aun relacionarme con la naturaleza, los animales, insectos, las aves, me fascinaban las palomas, montar a caballo, mirar el ganado, los toros, las vacas.

Caminar, mirar esos cielos estrellados en la noche oscura.

El deporte fue algo muy importante en mi infancia, el beisbol como decimos allá. Jugabamos de la mañana hasta la noche.

Me gustaba levantarme en la mañana, disfrutar el aire puro, ver y tocar el roció, bañarme en el arroyo, pescar y andar en el bosque.

En esa vida fue un paraíso para mí.

Mi familia, mis hermanos y mis hermanas que nos queremos tanto, en un lazo familiar que nunca se ha acabado, aun en las grandes distancias y en los numerosos años y en los diferentes formas de ver la vida, aun eso no nos ha separado. Los lazos familiares han permanecido intactos.

Cuando ya llego la juventud, mi vida cambio, las relaciones también, pues fueron extendiéndose de una comarca  a todo el país.

Fui a estudiar lejos de mi comarca y regresaba en cada vacación, no me gustaba avisar, me gustaba llegar de sorpresa y disfrutar la alegría de la familia, mi padre, mi mamá, mis hermanos, amigos y aun la comida casera.

Ahí fue lo más duro de mi vida, salir de mi hogar de amor y comprensión y de mi familia que me mimaba, a un mundo muy diferente, tuve que encontrar mi fe, mi alineación y ver el panorama más oscuro, las gentes eran diferentes, unos malos, otros buenos, envidiosos y aprovechados, sufrí, pues no estaba acostumbrado a esa clase de personas, pero ese fue mi segundo grado en la vida.

El tercero fue encontrar mis verdaderos sentimientos y la dirección de mi vida y hacia la vida.

Y fue difícil escoger entre tantas formas y expresiones de vivir.

Me gustaba lo bueno, las cosas buenas, me fascinaban los pueblos, las ciudades, las gentes, aun las diferentes formas culturales dentro del mismo país.

Tuve que escoger estilo de vida y religión y escogí la espiritualidad y seguir explorando, no solo la tierra, el universo y la verdad, no conformándome seguir las creencias de los demás, me concentre en mí mismo y en la verdad de la vida, que hacia acá en este mundo y porque nací y donde nací.

Después de casarme tuve familia, ya tenía responsabilidad de cuidarlos, mantenerlos y fue un reto un nuevo capítulo en mi vida, y por diferentes circunstancias decidí salir del país natal.

Abandone mis raíces mi familia a un mundo imaginario grande que no conocía, de una Isla a un continente inmenso a otro lenguaje, otras costumbres, solos a luchar en lo que fuera, trabajar en lo que fuera, limpiando pisos, construcción, fabricas, pesados trabajos, estudiando.

Así fue cuando entre a mi vida de adulto, buscando como sobrevivir, aun trasladándome a diferentes ciudades distantes unas de otras.

Al fin llegue a California, muy diferente de donde había vivido, en lugares tropicales y semi tropicales y húmedos, como Miami y Seattle,
CALIFORNIA DESERTICO Y SECO.

Pero me focino y entendí que ese fue mi lugar y me enfoque en continuar en el trabajo espiritual, estudios y en el servicio a la humanidad. Lo cual hice en varias ciudades de US. SEATLE, CALIFORNIA, NEW JERSEY, NEW ENGLAND Y MONTERREY MEXICO Y OTRAS.

Pero siempre regresando a California.

NO ME ENFOQUE EN UN SOLO PUEBLO, ME ENFOQUE EN TODO EL MUNDO, viajando en todas las formas de viajar, a pie, en bicicleta, a caballo en buses, autos, barcos, aviones, estos viajes han sido por más de 40 años, ese nivel me enseño a conocer al hombre, sus pensamientos, sus culturas, el porqué de las culturas, su alimentación y su estilo de vida, su pensar, y esa fue mi verdadera universidad.

Ya mi campo se extendió y aun mi mente maduró a no ser fanático religioso, pues me interrelacione con personas y lugares muy diferentes, gentes muy distintas, y su hospitalidad, bondad y amor genuino, compartir en sus hogares, América, México, Centro América, Sur América, Asia, África, Europa.

Todos diferentes, allí aprendí a dar y a recibir, dar de lo que tengo y aprender a recibir de las riquezas, de sus conocimientos y experiencias.

Y ver que yo solo no tenía la razón y aun una verdad absoluta incrustada en un pensar de un solo pueblo y cultura.

Mi mente se abrió al ver que el Padre y su amor (Ahaváh) se mueve en todos los pueblos, en diferentes formas y maneras, allí pude ver su amor (Ahaváh) y su cuidado para con todos sus hijos y que mis creencias solo lo que pueden hacer es complementar y enriquecer a otras y viceversa.

Aprendí a ser libre y soltar mi mente a aprender a aprender y no aferrarme a lo que sé, o imponerlos a otros, más bien compartir y eso me ha enseñado mucho y aun me sigue enseñando.

El saber no es estático, es dinámico y ahí no se quedó en la experiencia de mi infancia en Cuba en la Isla en abrirme paso en este continente, en viajar ahí, no se quedó, ahora era adulto, había estudiado y tenía  cultura, buscando las verdades en la verdad.

Entonces comencé a entrar a la madurez, entrando a otros niveles, conociendo entonces otros mundos, otros seres, otras dimensiones, otras formas de vidas, de viajar, culturas sin idiomas, aprendí el atraso de la comunicación por idiomas o el ver con la vista que puede ver ciertas cosas y ciertas distancias y direcciones, ciertos colores, y así muy limitada, aprendí a ver y ser de Luz, aprendí que no solo tengo una circulación sanguínea,  tengo también una de Luz energética, que hay que activarla y restaurarla, que hay mundos que no se pueden describir ni ver.

Eso me enseñó, lo atrasado de la religión, el lenguaje, la vista y los sentidos, solo sirven en esta esfera, y parcialmente.

Aprendí a no estancarme, aprendí a fluir.

Esto aprendí en mi vida de adulto.

Ahora he entrado a otra etapa, soy anciano, entre a ver que ya no soy niño, ni joven, ni adulto, ahora soy un viejo como se dice acá y estoy aprendiendo a vivir mi vida como tal.

Ya no tengo la misma habilidad, ni la agilidad, los mismos reflejos, estoy aprendiendo a vivir en estas limitaciones y ser precavido y conocer mis nuevos límites en mi cuerpo.

Cuando subo o bajo escaleras me agarro del pasamanos, en la calle tomo precauciones, de que pueda pasar sin problemas, un poco más de paciencia.

En la alimentación ya estoy aprendiendo a comer mejor y no todo lo que se me antoja.

Pero lo más importante es aprender a juntar todas las etapas de mi vida, mis experiencias y juntarlas y armar el rompe cabezas de mi vida y usar esas experiencias al máximo y aplicarlas en mi servicio a la humanidad.

Por eso digo que hay que aprender a aprender, conozco a muchos que se  estancaron en su aprendizaje y están en lo mismo de toda la vida, esa es una vida como una piedra que permanece y toma miles de años para evolucionar y aun diferentes etapas en el desarrollo del mundo.

Hasta que los años los hagan polvo y minerales hasta llegar a ser lo que tienen que ser.

En Conclusión estoy en una nueva etapa de aprendizaje, evaluando mi vida totalmente.

Tengo que unir todo, no solo acá en la tierra, sino el Universo (Almá) y los mundos (Olam) y así comprendiendo como funciona en el universo en la verdad de la verdad y no de un lugar un nivel, o de una creencia, estoy aprendiendo a vivir en el contexto del Universo pues ese es el contexto de la Toráh del Árbol de las Vidas – Etz Jayim y el Mazarot.

No es un lugar de unas personas, el contexto de la Toráh es todos los universos y diferentes dimensiones, expresiones, y formas de vidas.

Bueno ¿cuándo terminaremos de aprender? Nunca.

Pero permítame decirles una cosa, esta es la etapa que estoy disfrutando más en la vida.

Se aprende aprendiendo
Y aprendiendo se aprende
Toda una vida conociendo
Aunque mucho no se entiende.

Pero la vida nos muestra
Lo que no entendíamos
Pues sino nunca seriamos
Enseñados por tal maestra.

Maestra de la experiencia
Que nos lleva a las cumbres
Conectando nuestra procedencia
Para que El Todo nos alumbre.

Dr. Pedro Ortiz El Maestro Mensajero de Luz – Evrá.

20 de Septiembre 2013.

Mensajerodeluz.com