EL AMOR – AHAVAH

EL AMOR – AHAVAH

El amor – Ahaváh se expresa en la vida – Jayím, y a través de ella se proyecta como luz – Or, y por la sombra de esa luz podemos experimentar la paz – Shalom.

Es un conjunto de varias cosas, por ejemplo, para que el amor se pueda expresar tiene que ser por el conjunto de todo lo que tiene vida – Jayím, expresado en la luz – Or y en el ambiente de la paz – Shalom.

Amor – Ahaváh

El amor no viene solo, es un sólo paquete.

Para entender el amor

Hay que entender el sacrificio

Y experimentar el dolor

Por dar a los demás beneficio.

El Amor – Ahaváh nunca espera nada a cambio, sino que da todo lo mejor para los demás, esa es una ley que está en la sustancia de la vida y en su recorrido de su verdadero vivir.

Para entender mejor el amor – Ahaváh tenemos que entender su recipiente, que es la vida – Jayím.

La vida – Jayím no se mide, ni por tiempo, ni por existencias, ni por encarnaciones, ni por las miríadas de mundos que ha pasado la vida – Jayím, se mide simplemente el gobierno del puro amor – Ahaváh.

El cual se puede manifestar en su propósito, su predestinación, por el desarrollo de su misión, y aún en los ciclos que ha tenido, y aún en sus manifestaciones, por la impresión que ha dejado, no en sí sola, sino por todos los que ha tocado y los que han sido tocados, lo que ella ha tocado, y en sí, esa eterna cadena.

Esto fue lo que nos demostró Mashiaj, tocó solo unos pocos en su breve estancia acá, pero sus resultados es una cadena interminable, así se mide la vida y el amor –Jayím Ve Ahaváh.

La vida no se manifiesta en el amor para sufrirlo, sino más bien para pasar por él sufrimiento y en ese paso eliminarlo.

No se puede mejorar, simplemente pasa por todo, para hacerlo mejor, no es la vida quien mejora, es por donde pasa, pues deja las huellas del amor – Ahaváh.

No hay etapas en la vida, sino más bien pasa por ellas para dejar su olor, perfume, armonía, y paz.

No pensemos que hay muchas vidas, es una sola,  y que pasa por muchas experiencias y manifestaciones.

En si no hay vidas pasadas y futuras es más bien la vida pasando por el presente, pasado y futuro. No midas tu vida por tu existencia actual.

La vida es un Todo,  lleno de propósito,  amor,  vida,  luz y paz (Ahaváh – Jayím – Or – Shalom), pasando por todo, y por eso en todo vemos sus huellas y podemos seguir esas huellas que es el camino de la felicidad.

¿Cómo se conoce acá la vida? En encarnación, en una esfera difícil en donde los seres tienen la mínima capacidad de ejercitar los valores del amor, la luz, y la paz (Ahaváh – Jayím – Or – Shalom).

Donde el ego lo quiere todo para sí, donde es muy duro vivir y caminar, cuando a veces lo tenemos todo, y a veces lo perdemos todo.

Los seres son muy difíciles de convivir pues cada uno está luchando por sobrevivir.

Acá se roba la felicidad, la tranquilidad, el medio de vivencia, la salud y todo lo que nos puede sostener.

Notemos que todo eso es la prueba de la vida y el amor; que habiendo dejado todo, hasta lo mínimo, podemos sobrevivir y vencer, pues el dispositivo de la vida es el mar, es invencible y puede pasar por todo.

¿Quiénes son nuestros ayudantes visibles? Todo el Universo y los Universos, están respaldándonos (Almá).

La naturaleza nos lo da todo por amor – Ahaváh, ella es nuestra mejor aliada, no la destruyamos, aliémonos a ella, y a todo lo que tiene vida, allí hay amor – Ahaváh para nosotros.

La tierra misma es nuestra madre, nos dio el cuerpo que tenemos, y nos da el alimento diario, ella es tu alma gemela, ella es tu lugar, alíate a ella y se su compañero y amala, no la cambies por nada, ni aún por dinero.

Tú mismo, allí están los vestigios de tus peregrinaciones, tus hazañas, tus grandes éxitos historias incomparables, busca, el amor está en ti, allí muy adentro, y lo encontraras.

Hoy les digo que somos especiales y siempre hemos sido y seremos por siempre y para siempre, esta es la etapa mínima, para que la vida pase por lo mínimo y así demostrar que no está en su poder sino en ella misma.

Amate a ti, ama la vida, ama el amor, ama la paz (Ahavah – Shalom), y ama a tu prójimo y aún a tus enemigos, pues tus enemigos son las herramientas que te pueden sacar la impureza interior, y así encontrar el amor – Ahavah.

Por ejemplo si hay un tesoro debajo del terreno de tu casa y no lo sabes, y viene un huracán y la destruye, no es para infringirte mal, es para que tengas la oportunidad de encontrar el tesoro.

No midas la vida por solo esta mínima  sección, tienes que medirla por toda su magna existencia.

Dr. Pedro Ortiz, El Maestro.

14 de Febrero del 2013.