UN BOSQUEJO DE LA DUALIDAD

UN BOSQUEJO DE LA DUALIDAD

Nuestro Padre podríamos decir que es un ser dual que todo lo incluye, pero además es también un cuerpo dual universal.

Podríamos decir, varón y hembra Zajar y Neqevah, Él da y Él recibe, Él concibe, Él  lo expresa.

Esa es una de las razones por la que no lo podemos entender.  Él es un Todo dual, Que lo incluye todo, desde lo más grande infinito, hasta lo más pequeño infinito.

Por eso para entenderlo tenemos que entendernos a nosotros y vernos como somos seres duales.

Aunque Él es aformo, es decir, no tiene forma, ni tampoco espacio, ni limites, nuestro cuerpo es diseñado a su imagen en el sentido que también somos Universos duales, incluyendo infinitos seres que viven y nos constituyen, tales como átomos, moléculas, células, glóbulos rojos y blancos, virus, vacterias y demás.

Él es un cuerpo tan gigantesco que lo abarca todo y ni si quiera podríamos imaginar su grandeza, pero tampoco su pequeñez.

Pero si sabemos que  su mente es dual y paralela, allí esta su propósito eterno y su reinado.
Y en su cerebro dual esta la sabiduría y entendimiento Jojma y Binah, y su cabeza es una corona dual que expresa su majestad y reinado, que es un ejemplo de libertad, paz, bendición, prosperidad y abundancia.

No manda a hacer nada, no obliga ni exige, solo guía por medio de su tierno amor.
De Él brota el Árbol dual de las Vidas y el de la Vida, que su tronco y raíces son Él y sus ramas son los diferentes Universos. Sus frutos, nuestras vidas que lo expresan a Él.

En su pecho esta la conciencia universal y dual, que discierne lo positivo y lo negativo,  que pesa y balancea la perfección a lo perfecto.

Y sabe distinguir que es inferior y que es superior, lo bueno y lo máximo. De su corazón dual brotan todos los sentimientos más sublimes, pues allí está el nido del amor Ahaváh, de la Paz Shalom, que emana como un manantial, allí está unido a Él a su esposa  Madre.

De Su plexo hay un Sol dual, que es el centro de todos los Universos y a la vez el que los sostiene, y los sustenta con el poder mayor que siempre ha existido.

Ahí en esos dos Soles varón y hembra Zajar y Neqevah, se concibe la eternal Vida que está en Él y sale como un rio de Universos trayendo el verdadero amor Ahaváh Aba e Ymma.

De ese Sol paterno sale la vida y penetra en el Sol materno y  hace un Tzimtzum de amor Ahaváh o explosión de amor y la vida escondida en Él se proyecta y se gesta en ella, y se manifiesta en grandes Universos duales, también a su vez se unen entre si y forman hijos y  una repetición concatenada, llegando ellos a ser Padres y Madres, pues tienen la misma naturaleza del Gran Padre.

Por eso cada mundo, cada sistema es paralelo o dual, sino no podrían existir porque no hay nada creado, todo es nacido.

Por eso podríamos decir en el Dibujo del Árbol de la Vida Etz Jayim, que como Tiferet  es donde radica la Vida Jayím, Yesod la reproduce y por eso Yesod es dual, también hembra y varón Zajar y Neqevah.

Y así cada Sefiráh es dual, sino la vida no podría existir en una manifestación expresiva.

Como Jesed y Guevura, lo traducen juicio y misericordia pero más bien seria Rega y Corrección.

Netzaj y Hod se traduce rigor y gloria, pero diría que es Concepción y Nacimiento,  pues el nacimiento es esplendor.

Maljut como los dos pies es dual también, pues es lo que sostiene todo y lo hace andar. En realidad tenemos toda la Luz pero está concentrada en HaTzur La Roca Eterna Dual También, que es Emunah y Emet.

En esa Roca que es el fundamento dual Padre y Madre tenemos la luz. Esa es la razón por la que se dice Jerusalén Yerushalaim, doble Paz, pues ella es dual.

En esa dualidad está la Luz de la enseñanza de los Evra Melquisedec Malki Tzedeq y es un orden dual, divino, Eterno y nacido como Ensof y Ayn Sof.

Como Metator y Metatrón, como Malak y Malakot, el orden de los Evra o Maestros de Luz, el de Melquisedec Malki Tzedeq Dual, es el propósito que engendra  Amor y Paz Ahaváh y Shalom, es  Vida y Luz Jayim y Or Y su fundamento es Emunáh y Emet.

El nunca obliga a nada, ni manda a nadie, por eso no creo en mandamientos más bien son mapas, manuales de instrucciones, pues la razón de que en nuestra vida esta codificada y programada en su naturaleza y propósito que nos da su libertad, ser libres por la sencilla razón, que lo que debamos hacer está integrado en su vida, en nosotros y sólo tenemos que dejarla fluir, viviéndola.

Dr. Pedro R. Ortiz. El Maestro, Mensajero de luz.

26 de Abril del 2013.

Mensajerodeluz.com