EL AMOR – AHAVÁH

El amor de este mundo es un amor egoísta y condicionado, es un amor con interés, si me das te doy.
Pensamos que el amor como sentimiento es del Bendito Es, sabemos que él nos ama sin condición, pero sabemos en realidad lo que es el amor, acá este sentimiento pide cosas a cambio, si me obedeces eres mi especial tesoro y si desobedeces, apartaos de mí hacedores de maldad.
Eso no es Ahaváh, es egoísmo puro, no se trata de un sentimiento ególatra, ni un sentimiento que afecta el entorno.
En arameo Ahaváh el Amor se escribe Jubá (חוּבָּא) y esta palabra tiene la equivalencia a Sulma (סֻלְמָא) la escalera.
La escalera representa la unión de lo que esta separado, se puede llegar tanto a un lugar como al otro, Elohim hizo la expansión (Rakía) para separar las aguas de las aguas, en medio de cada una hay una barrera que las divide, para unirlas, esta barrera se tiene que romper, para que se unan nuevamente.
Elohim viene de la palabra cananea, El, es uno de los dioses de cananeos y el que gobernaba era el dios El (llamado Elohim en hebreo), y es el dios de aquellos que son errantes, se lo describe también como el padre de los dioses, el rey, el padre de los hombres, el creador de las especies y representado por un toro.
Este Elohim es el que puso esta Rakía para dividir las especies, donde nadie puede entrar y nadie puede salir.
Sulma la escalera, es lo que puede traspasar la Rakía, para poder salir de la cárcel planetaria
La letra Jet (x) en palo hebreo representa la escalera, esto une lo que fue separado, para poder acceder libremente hacia el Todo, esta escalera es el Ahaváh que nos puede trasladar mucho mas allá de un mundo físico.
Cada punto, cada unión, cada peldaño de la escalera – Sulma (x) es un lugar distinto al tiempo y el espacio, pero siempre todo unido bajo el mismo propósito.
Esta Rakía no solamente fue puesta en este planeta, también esta puesta en las personas, como una burbuja que no deja que la esencia entre o salga, no deja que la vitalidad circule libremente.
El propósito de esta expansión es hacer que el agua se estanque y se pudra, para que no circule y no se renueve constantemente, así todo empieza a envejecer y a morir y contaminar lo que está a su alrededor.
Por eso necesitamos Sulma una escalera, un código, una fuente de vida que nos ayude romper esta cúpula o cáscara que nos enceguece y no nos deja ver la realidad que esta por encima de la Rakía.
Vamos a ver que el Ahaváh, el Amor no se trata solamente de querer o amar de manera egoísta, eso es lo que nos hicieron entender, porque cuando despertamos y avanzamos esto se desarrolla de una manera natural con el Ser de Luz, porque la función del Ser es ayudar con cariño y afecto a todos.
Jubá (חוּבָּא) el amor es el material genético que se encuentra guardado en el interior de nuestro Ser por medio de los cromosomas, que se encuentran formados por ADN que contienen la información genética universal que esta incluida en nosotros, trabaja de una manera muy organizada, el ácido desoxido ribonucleico (ARN) es una molécula encargada de transmitir toda esta información, no solo a nosotros sino a todo lo que nos rodea.
El Amor es algo mucho mas complejo de poder entender, contiene todo nuestro recuerdo universal o nuestro Ser Akasico, que no puede ser borrado, alterado, ni manipulado.
La escalera es parte de la Genética de Luz, es lo que hace girar el ciclo de la vida en nosotros, consta de varios elementos, que unidos hacen que trabajemos de maneras impresionantes y más que todo, hace que nos traslademos a todos los lugares al mismo tiempo, sin perder la conciencia en cada uno de ellos.
Lo mas impresionante es que todo esto se encuentra en nosotros, en nuestro mismo Ser que contiene los Cielos (Shmaya), los mundos (Olam), las tierras (Artzot), los universos (Almá) lo infinito y lo ilimitado (Ein Sof y Ain Sof), su misma esencia (Atzmuto) mundos paralelos (Olamot Makbilim) almas (Neshamot) Seres (Jaí – Jaím – Jayat – Jayot – Jayá).
Ahavá (אהבה) equivale a (gy) que es 13 desde Mashíaj hasta Maljut son 13 Sefirot y es una representación del el Adám Total y Completo, es un Ish Mida un Ser multidimensional que no exploto no se rompió y mantiene todo intacto en él y equivale también a Dálet (d) la puerta esto significa que todo esta abierto, no existe nada que esté cerrado, la cúpula la expansión se rompió, fue traspasada y encontramos que todo esta libre para poder acceder, esto es parte del Ahaváh.
Pero cuando invocamos la presencia del Bendito Es, pedimos que nos ayude, porque nos sentimos impotentes, ahí vemos que esta burbuja aún nos está afectado y nos está engañando.
Nos damos cuenta que está sembrado en nosotros el “no puedo hacerlo” este sistema tiene la misma edad del universo conocido, son miles de millones de años y mucho más, que vive con el “no puedo hacerlo”
Lo mismo sucede con la invocación, la ayuda de los Seres o de lo ángeles (Malakim) tratamos de invocarlos para que nos ayuden, la realidad es que a veces funciona a veces no funciona y nos sentimos frustrados, decaemos, renegamos y abandonamos todo.
Si Jubá (חוּבָּא) el Amor, es el material genético que se encuentra guardado en el interior como un Ish Midá en nosotros, tiene la información genética y tiene el recuerdo que se puede transmitir y recordar, nos vamos a dar cuenta que el amor no es una emoción, sino más bien es algo mucho más poderoso de lo que nos podemos imaginar.
Ahora tenemos que empezar a desarrollar el lenguaje interior, la emanación del Ser de Luz, que se derrama hacia toda la humanidad, esta es la ayuda que necesitamos.
Las palabras nos ayudan a entender un poco la realidad de este mundo, pero no nos muestra la realidad completa, las palabras pueden cambiar y se pueden manipular y mal interpretar, por eso las palabras no pueden describir la verdad ni la realidad del Ser de Luz.
Enseñar o describir la verdad con este idioma no se puede hacer, pero lo que podemos hacer con el idioma es comunicarnos y darnos instrucciones para decodificarlos y hacerlos funcionar correctamente.
Yvrá, Yakerá, Oraita no son palabras es la experiencia de los mundos superiores, asi que, si somos Yvrá, Yakerá, Oraita es porque podemos ayudar a las personas a entrar a todos estos lugares dimensionales.
Si decimos Ivrá con palabras y sin nada de experiencia universal, se queda esta verdad con palabras y entra en el campo de la religión.
Esta es la emanación que esta en nosotros Yvrá, Yakerá, Oraita de la experiencia, es una estructura ordenada y completa, proyectada en cada una de las partes de nuestro Ser y fuera del mismo, unido todo perfectamente para que nos traslademos a aquellos lugares y podamos tomar y hacer lo necesario para la existencia.
El amor es lo más grande, nuca deja de existir, no se agota, es para siempre.
Si imaginamos que de nuestro cuerpo salen muchas conexiones, filamentos, como hilos tan finos y delicados que brotan de nuestro cuerpo, vamos a ver que nosotros solamente somos filamentos vivientes que estamos conectados con todo, con los cielos (Shmaya), los universos (Almá) lo infinito y lo ilimitado (Ein Sof y Ain Sof), mundos paralelos (Olamot Makbilim) y Seres (Jaí).
Estamos conectados unos a otros por estos filamentos llamados Jutím, pero no solamente estamos conectados y nada más, estos filamentos contienen la esencia el ADN – ARN que es el recuerdo de toda la existencia de este mundo y el universo.
Cada uno de estos filamentos que salen de nosotros, están unidos a personas, lugares y lugares fuera del tiempo.
Nosotros somos portales naturales, para los demás y para nosotros mismos, y podemos adquirir la esencia, la forma y las características del lugar al que nos trasladamos, podemos restaurar las cosas, y convertir las tinieblas en Luz, esa es nuestra cualidad.
Si no podemos sentir todo esto, es porque estos filamentos están tapados y no deja que la información interna circule libremente, haciendo que las limitaciones sean más fuertes que nuestra esencia natural.
En los escritos de Yashua el Maestro nos dice que lo mas grande es el amor, y nos dijo que debemos amar a los demás como él nos ama, y el resultado es que las personas empezaron a resplandecer, ser traspuestas o trasladadas de un lugar a otro, tener contacto con seres de distintas esencias, estirpes y especies.
Amar a los demás, es ayudarlos a a que puedan recobrar el recuerdo en ellos y hacerlo fluir para que puedan ser seres sin fin y sin límites.
Rompió en ellos y ellos lograron romper este firmamento, estas burbujas, que están pegadas como parásitos a nuestro cuerpo, así lograron conocer lo que es el Amor en realidad, el ADN de la proyección universal en nosotros.
DR. PEDRO R. ORTIZ EL MAESTRO