GAN EDEN SUPERIOR – GAN EDEN INFERIOR

El soplo de vida (Nishmat Jaím) fue dado a los Adám, que son hechura del polvo de Adamáh, que solamente pueden evolucionar hasta el Nefesh, la parte más baja del alma, para convertirse en un Nefesh Jayá, un alma viviente de Adamáh inferior.
Hay Gan Edén superior y un Gan Edén inferior, donde se producen los cambios, a unos se los pone como seres superiores y a otros como seres inferiores.
El superior y el inferior se dio en el inicio del origen de los universos (Olamot), en donde a unos se les vistió de luces grandes y a otros se los vistió de luces pequeñas, causando una ruptura en el propósito del Ser Universal.
Gadol (גדול) lo grande, invencible y poderoso
Katán (קטן) lo pequeño débil e inseguro
Esto causo que se produzca lo de arriba que es el Gan Eden Superior, poniendo arriba Gadol a los poderosos o controladores, y lo de abajo que es el Gan Edén inferior en donde están los que no tienen esa grandeza o poderío, son vestidos de polvo con almas simples y muy débiles.
Y vemos que la esencia de la Vida – Jayayá (חַיַּיָּא), no se encuentra en los mundos densos, formados o creados, es una naturaleza que corresponde a Ein Sof del Bendito Es (אין סוף).
Jayayá (חַיַּיָּא) la Vida, tiene como equivalencia a Álef (א) no la vamos a mirar solamente como una letra o un número, la letra Álef, representa Gellilim (גלילים) el girar y avanzar progresivamente o lo que se ha llamado crecimiento interno de la Luz.
Se define a Ein Sof (סוף אין) como un mundo o universo que se llama Almá (עָלְמָא) palabra aramea que quiere decir “vacío” carente de cáscaras o formas físicas y en Ein Sof (סוף אין) encontramos “la nada y el vacío” es decir; no hay lenguaje, no hay idioma, no hay letras, no hay formas físicas, no hay esencias, ni existen los cuerpos, prácticamente no existe nada.
Y de ahí es de donde emana la Vida – Jayayá (חַיַּיָּא), esto un poco extraño, que algo fluya de donde no existe nada y es vacío, pero si lo vamos a relacionar y tratar de entender con el pensamiento muy limitado de este mundo, va a ser muy difícil comprender lo que sucede en realidad.
Ein Sof Almá (עלמע סוף אין) no es un lugar, ni un mundo, ni universo, tiene que ver con Gellilim (גלילים) girar, avanzar, crecer interminablemente, vamos a imaginarnos un remolino de la más bella iluminación que no se lo puede describir, solamente lo miramos y nos deleitamos, es algo hermoso que contiene todo, ahí está todo, que va creciendo, y mientras va girando, avanza constantemente por todos los lugares, y crece hasta un punto en el que ya no se puede mirar su inicio ni su final, esto desaparece, eso quiere decir que pasó de una dimensión a otra.
Entonces, es un crecimiento que nunca termina y que va evolucionando e incrementando todo el tiempo, esa es la esencia de la Vida – Jayayá (חַיַּיָּא) la esencia del Ser de Luz Ivrá y el Ein Sof (אין סוף) en nuestro Ser.
Esto solamente lo podemos entender y despertar a través de la experiencia – Nisayún (נסיון) no se escribía, no se dibujaba, no leían, y en otros casos ni siquiera hablaban, esto es algo muy extraño en nuestros tiempos, porque si no hablamos ni escribimos, no podemos comprender muchas cosas.
El idioma interior es un misterio que aún tenemos que descubrir y aprender a usarlo, para poder comprender nuestra verdadera naturaleza, procedencia y mirar nuestro Ser Original, el Ser de Luz Ivrá
Lo que sucede, es que Seres de Luz y Maestros de Luz Jajamím (חכמים) ayudaban a las almas a que alcancen el nivel de la Vida Ivrá – Jayayá (חַיַּיָּא), pero por supuesto a los que realmente lo deseaban, llegar a su raíz y a su lugar de origen, así ellos podían tener la experiencia, y de esa manera todo quedaba impregnado en su interior, todo lo que es Ein Sof “la nada”, se quedaba en su recuerdo Akasico.
Así ellos ya conocían Todo, solamente con el deseo y la intención, podían recorrer todo lo Moroncial, ya conocían las cosas y su interior se incrementaba constantemente, no necesitaban que se les enseñe con palabras de los mundos caídos para despertar, ellos lo recorrían, lo conocían todo.
Esto no se trata de ego, si los Seres de Luz conocían todas las cosas, era porque ellos experimentaron todo aquello que estaba oculto, ya nada estaba escondido y lo conocían todo, pero siempre ayudaban a las demás personas, para que puedan tener esta experiencia viva, así todo ya quedaba grabado en su interior.
De esa manera, vieron los Jajamím (חכמים) los Maestros de Luz que era la mejor forma de ayudar a las personas, para que miren la experiencia – Nisayún (נסיון), enseñarles a que puedan mirar por ellos mismos, y vean como son las cosas en realidad, eran transportados a esos lugares, así la Vida – Jayayá (חַיַּיָּא), Ein Sof (אין סוף), Almá (עלמע) y Gellilim (גלילים) ya no son mundos o universos, llega a ser parte de la esencia de su Ser interior, el Partzuf (פרצוף).
Ahora vamos a comprender que Sefer (ספר) no solamente es un libro o un rollo, Sefer viene de Sefiráh (ספירה) y de zafiro (Sapir – ספיר) y esto es iluminación y cuando el Partzuf (פרצוף) el cuerpo universal de Luz ilumine hasta que desaparezca el cuerpo físico, es porque hemos llegado a ser un Sefer (ספר) aquel que lo conoce todo, ahí no existe arriba ni abajo, todo es un Ejad (אחד) un todo único.
Para comprender lo que es Ein Sof (סוף אין) hay que estar en ese lugar, y lo más increíble es que esta en nuestro interior, podemos acceder a Ein Sof desde nuestro Ser, prácticamente cada uno de nosotros somos una puerta que nos lleva a los mundos de Luz – Almá (עלמע) a la nada, para poder comprender todo.
Esto es la letra Álef (א) esto es Ein Sof (סוף אין) esto es la Vida (חַיַּיָּא) “la nada” no letras ni palabras, son realidades que se nos han escondido, pero ahora estamos viendo la realidad de la Luz de nuestro Ser.
Ahora veamos una situación que agobia a este mundo, es “la dualidad” los polos opuestos, blanco y negro, luz y oscuridad, los opuestos en este mundo no se atraen, uno es bueno y otro es malo y no se los puede juntar.
¿Por qué sucede eso?, porque hemos olvidado nuestra verdadera esencia, hemos olvidado lo que realmente somos, no nos podemos reconocer unos a otros, es más, nos tratamos como extraños, dejamos de ser una familia de Luz.
Vemos que este mundo, el mundo de Asiyáh (עשיה) es prácticamente físico y por lo tanto, hay sentimientos y emociones que producen daño y esa es la otra cara de la moneda, porque encontramos un deleite indescriptible que nos eleva y hay un sufrimiento muy extremo que nos tira hacia abajo.
Ahí aparecen los sentimientos que afligen a los seres de las bajas esferas, ese dolor y aflicción provienen de todo lo exterior – Mibará (מִבַּרָא), que produce que el interior – BeToj (בתוך) sea envuelto por las cáscaras – Klipot (קליפות).
Cuando hay tristeza, la depresión es constante, la ira va y viene, los celos son incontrolables, se vive en una montaña rusa de emociones que suben y bajan, es porque hay una influencia ajena a la naturaleza del Ser original, ahí nos damos cuenta que algo no esta funcionando bien y alguien esta interfiriendo con la frecuencia y la vibración.
A ellos se los puede llamar de diferentes maneras, Nefilím (נפלים) Anunakis, Givorim (גברים) Grises, demonios (Shedim שדים) Reptilianos, la Serpiente (Najash נחש), el Diablo (HaSatán השטן) etc.
Ellos son los que están interfiriendo con la naturaleza de las personas, impidiéndoles que puedan reconocer lo que es bueno y lo que es malo, prácticamente son los que causan confusión, ponen tropiezos cuando alguien va por el camino, ahí es cuando las personas no saben dónde ir, no saben cuál es la entrada, ya no saben por dónde tienen que continuar.
La Toráh Oraita siempre ha estado en nuestro interior, solamente necesitamos recordar para recobrar la autoridad que nos han quitado por medio del engaño y la manipulación.
Si decimos que somos el Bendito Es – Kudsho (קודשא) él está en nosotros y nosotros en él, ahí sabemos que somos uno, entonces no deberían suceder ninguna de estas interferencias entre nosotros y la Luz (Nujra נוחרא)
Una de las realidades con la que nos encontramos, es que eso no sucede, decimos que somos uno con él, luego de unas horas o unos días, se siente lo contrario o se siente la influencia de los Shedim (שדים), que son las cargas, las molestias y las imperfecciones.
Shedim se traduce como demonios, pero también vienen a ser las imperfecciones, que es la carencia de algo, la falta de algo primordial, la escasez de la vitalidad.
Entonces, si la Luz (Nujra נוחרא) está en nosotros, porqué en ocasiones, por no decir en varias ocasiones, somos atormentados por las imperfecciones, y si tenemos Luz, porqué hay cabida para este tipo de oscuridad, ahora vemos que los Shedím también son la oscuridad.
Sabemos que la Luz aleja a las tinieblas y la Luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no predominan en la Luz.
Y si la Luz (Nujra נוחרא) está en nosotros, eso es lo que debería suceder, deberíamos de la misma manera transformar las tinieblas, la oscuridad y los Shedím en Luz.
Nosotros debemos tener un crecimiento constante, pero ahí vienen los altibajos, a veces estamos bien a veces estamos mal, esa no es la naturaleza ni la esencia del Bendito Sea (Kudsho Berij Hu), esa es la esencia de los Nefilím, de los Anunakis y de los Shedím.
Sabemos que él es Luz (Nujra נוחרא) y la luz es deleite (Sasón ששון) y alegría (Simjáh שמחה), entonces, las emociones que afligen en este mundo y las que nos afectan, no tienen cabida en él, ahí vienen las palabras “Yo soy” (Ená אנא), si yo soy El Bendito Es, entonces las emociones que afectan y hacen daño, tampoco tendrían cabida en nosotros.
Si no podemos transformar las tinieblas en Luz, las tinieblas mismas empiezan a afectarnos, si eso sucede, es porque no hemos permitido que la Luz del Bendito Es esté completamente en nosotros.
Hay algo que nos falta para que realmente lleguemos a ser como él es, y así poder tener en nosotros las impregnaciones de la Luz (Nujra נוחרא) el deleite (Sasón ששון) y la alegría (Simjáh שמחה).
En el libro de Génesis 1.26 – Bereshit dice: Entonces dijo Elohim, hagamos a Adám a nuestra imagen (Betzalmenu בצלמנו), conforme a nuestra semejanza (Kadmotenu כדמותנו), esto quiere decir que Adám es igual, absolutamente igual, al que lo produjo, al que lo trajo o lo sembró, es exactamente igual.
Esa es la mima idea en nosotros, si somos exactamente iguales al Bendito Es, si somos uno, entonces somos como él es y actuamos como él actúa, tenemos su misma esencia y no hay diferencia entre él y nosotros.
Isaías 40:25 – Yeshayahu ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Kadosh.
Con que se puede comparar, a que se le puede asemejar, no hay nada en este mundo con que se le pueda comparar, pensamos que él es como nosotros, y es igual a nosotros, si decimos eso, lo estamos comparando con el humano y lo estamos haciendo semejante a un humano.
En este mundo hay capacidades limitadas y muy reducidas, Él es igual a nosotros y es uno en el interior o en el Partzuf (פרצוף) el cuerpo o el Ser de Luz original, ahí tenemos la misma esencia.
En el Salmo 106.1 – Tehilim dice: Yawe, porque él es bueno (Tov טוב); porque para siempre es su misericordia (Jesed חסד), en Éxodo 34:6 – Shemot (שמות) nos dice: ¡Yawe!, misericordioso (Rajúm רחום) y piadoso; (Janún וחנון) paciente para la ira (Erej ארך), y grande en misericordia (Rav Janun רב חסד) y verdad (Emet אמת).
Esa es la esencia del Bendito Es (Kudsho קודשא) el bienestar, él es bueno en gran manera (Tov Meod מאד טוב) y esa es la esencia que nosotros también la tenemos, ahí no hay lugar para las imperfecciones o las fallas (Shedim (שדים) no existen, todo es Tov Meod (מאד טוב) Bueno en gran manera.
Ahí no existe la guerra espiritual, no hay a quien reprender, no hay demonios, no hay bueno ni malo, no hay a quien expulsar, porque la Luz es Tov Meod (מאד טוב) Buena en gran manera.
Si las tinieblas quieren entrar a la Luz, hay dos opciones, se tienen que convertir en Luz o se tienen que retirar, de la misma manera en nosotros, si los Shedím las imperfecciones quieren interferir, tienen que convertirse en Luz y si no quieren, pues se tienen que retirar.
Para dejar esa montaña rusa de emociones, para alejar a la oscuridad y dejar que los Shedím sigan atormentando, es muy fácil, no se necesitan de ritos, rezos, ni meditación.
Si nos está afectando la baja auto estima, si los sentimientos nos atormentan, es porque nosotros permitimos que ellos entren, nosotros les estamos damos cabida.
Si estamos viendo que los Givorím (גברים) los hombres fuertes, nos están succionando y se están alimentando del dolor, del sufrimiento y vemos como nos absorben, como si fuéramos un batido de frutas y nos chupan hasta dejarnos secos, debilitados y andrajosos, es porque nosotros lo permitimos.
Lamentablemente, la autoridad que “estos seres tienen”, es porque nosotros se lo hemos concedido, y nos han hecho pensar y creer que ellos son fuertes y poderosos para afligirnos e infundir temor en nuestras vidas, para así limitarnos y bloquear la Luz de nuestra esencia.
Al hacer eso, han creado supuestos mandamientos, reglas y costumbres, con los con los cuales nos han hecho creer que somos inferiores, cada regla y mandamiento que ellos impusieron, es una cáscara tras otra, nos han hecho creer que tenemos que clamar por perdón, misericordia, salvación y muchas otras cosas más.
Esa es la manera de cómo han logrado manipular y controlar por medio de las cáscaras a las Familias de Luz, que han venido a ayudar a restaurar un sistema que se ha corrompido.
Nos han hecho creer, que ellos son los que dominan nuestra vida, y debemos reprenderlos y expulsarlos de nuestro Ser, eso puede ser un engaño muy sutil, porque en Él solamente hay Paz y Armonía con el Universo, en él no hay guerras, ni peleas y si los reprendemos, estamos batallando con ellos, y de una manera encubierta, nos siguen absorbiendo la esencia vital que tenemos y seguimos siendo su alimento.
Reprenderlos, expulsarlos, y sacarlos con enojo, es caer en el juego que ellos han planificado, dentro de las reglas de los mundos materiales.
Solamente di la palabra – Miltá (מִלתָא) y será hecho, es tomar la decisión Hajlatáh (החלטה), el secreto solamente esta en decidir.
Hemos dejado a un lado nuestra autoridad, hemos olvidado quienes somos, decimos lo que somos, no porque lo vivimos, es porque lo hemos escuchado, porque lo hemos aprendido, así dejamos la experiencia, dejamos de experimentar en nosotros y ahora nos enseñaron a buscar muletillas, a depender de alguien o de algo en donde apoyarnos.
Debemos recobrar lo que verdaderamente somos, en el libro de Josué 1.6 – Yoshua dice: Esfuérzate y se muy valiente (Jazak VeEmatz חזק ואמץ), Solamente esfuérzate y sé muy valiente (Rak Jazak VeEmatz רק חזק ואמץ), nadie dijo, quédate sentado que yo te doy haciendo, dijo Jazak VeEmatz “esfuérzate y se valiente”
Pues tenemos que esforzarnos para así lograr despertar nuestra verdadera esencia, no queremos una esencia mezclada, en donde un día estamos bien y a la semana siguiente estamos mal, eso es una mezcla y no es nuestra verdadera esencia.
Solamente nosotros decidimos si queremos que nos sigan absorbiendo, nosotros decidimos si ya no queremos ser el alimento de alguien más, solamente nosotros decidimos si ya no queremos permanecer en una granja alimenticia, depende de nosotros si queremos seguir en una cárcel planetaria o si decidimos proyectar nuestra esencia de Luz verdadera que es su esencia que está en nosotros, lo multidimensional.
La autoridad y el poder que tenemos está en tomar la decisión de dejar de ser el alimento de los Nefilim y esto es lo que tenemos que hacer para poder vencer, la clave está en decidirnos.
Hajlatáh (החלטה) es la decisión, solamente con la decisión podemos despertar y retornar a nuestro estado original, hay que decidir, y así despertamos en nosotros Ein Sof (סוף אין) el lugar de Almá (עָלְמָא) “vacío” en donde no existen Klipot, las cáscaras, y formas físicas y en Ein Sof (אין סוף) encontramos “la nada y el vacío” donde no hay lenguaje, no hay idioma, no hay letras, no hay figuras físicas, no hay esencias, ni existen los cuerpos, prácticamente no hay nada solamente Nujra (נוחרא).
La Vida – Jayayá (חַיַּיָּא) es Álef (א) lo infinito, la rueda de los mundos – Almá dando vueltas y girando pasando de un lugar a otro, pasando de una dimensión a otra abarcando todo, experimentando todo el tiempo, experimentando Gellilim (גלילים) el avanzar progresivo o lo que se ha llamado Gevar Rabá (רבא גבר) el hombre de las dimensiones superiores.
Juan 8:23 Yohanan Y les dijo: Yo soy de arriba – Leila (לעילא)…. Yo no soy de este mundo – Olam (עולם)…. Nos dice que no es de este Olam, traducido mundos y universos, no es de estos mundos y universos de Asiyáh (עשיה)
Esa es nuestra esencia, somos de arriba Leila (לעילא), no somos de abajo – Letata (לתתא), nosotros no somos de este mundo, no somos de este Olam Asiyáh, no somos del mundo de las cascaras ni pertenecemos a ellas.
En los escritos de Yashua (ישוע) ,el Maestro Yashua dijo: Yo soy la Luz de Almá (עָלְמָא) el vacío el Ein Sof (סוף אין) absoluto, la nada, donde se encuentra el todo.
Depende solamente de nosotros, y el secreto es “decidir” lo que queremos hacer y cómo queremos vivir, Hajlatáh (החלטה) la decisión, no hay más secretos, la autoridad la tienes tú, solo tienes que aprender a confiar en ti, despertar la autoridad de la Luz – Nujra (נוחרא) para llegar a ser un Ser de Luz.
Ahora sabes que Ein Sof (סוף אין) no está arriba, no está lejos está en ti.
DR. PEDRO R. ORTIZ EL MAESTRO