LA PROGRAMACIÓN. # 2

Cuando leemos sobre el campo en la Toráh, se refiere a este mundo a la tierra, en donde se sembró a distintas especies incluyendo a Adám (masculino y femenino) y este campo estaba dominado por el Apsu o Abzu y Tiamat que son las aguas superiores y las aguas inferiores.
Abzu (Apsu) Es el Dios primordial de las aguas, los mares y los abismos el Tehóm (תהום). Leviatán también se le llama Katsulu.
Tiamat la Diosa primordial, madre de la llamada creación, también llamada Monstruo, Bestia o Behemá (בְּהֵמָה).
Abzu y Tiamat tienen la misma equivalencia, ambos representan Tet (טית – ט) que significa una nueva etapa, un nuevo nacimiento, un nuevo ciclo para la modificación y el control de las especies en el campo que habían dividido.
Se considera el Abzu como el lugar de la sabiduría que está relacionado con las aguas, porque las aguas es la parte interna o la conciencia interior, no es una sabiduría de la esencia del Bendito Es, esta es una sabiduría de engaño y manipulación.
Lo que se ha intentado a través de esto, es entrar lo más profundo, en la esencia interior y a lo inconsciente de los Seres, para que por medio de esta sabiduría se introduzca una manipulación y un engaño.
Aquí sucedió la división, en donde a Adam, Adapa, Ish el hombre, Ishá la mujer, etc. Fueron alterados de alguna manera, pero no solamente fue externo este cambio, sino también sucedió en el interior, en donde todas las capacidades internas dejaron de conectarse unas con otras, para que no exista un avance en las personas, ni salga de ese lugar, haciéndolos animales o bestias (Behemót Letata – בהמות לתתא).
Este fue un proceso de Tardemáh es decir durmieron o doparon al hombre hasta hoy por eso se necesita que se despierte, y tome conciencia de su realidad. De que es un Ena con voluntad que es el poder de cambiar todo, y aun de liberarse.
Behemót Letata (בהמות לתתא) animales o bestias inferiores, que no tienen la capacidad de razonar, preguntar, o distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, solamente pueden percibir el plano físico y no pueden mirar más allá de eso, tienen una capacidad muy reducida e inferior.
Esta división sucede de esta manera:
En la parte posterior de la cabeza, tenemos Daat (דעת) es la capacidad de comprender mucho más allá de los mundos físicos, tenemos también el cerebro frontal, la glándula pineal, se llama Kelilá (כלילא) la conexión hacia el todo infinito.
Tanto Daat (דעת) como Kelila (כלילא) trabajan juntos, el uno tiene la capacidad de comprender lo incomprensible y el otro a través de esta comprensión nos conecta hacia el infinito Ain Sof (אין סוף).
Pero vemos que en la actualidad Daat el cerebro posterior y Kelilá el cerebro frontal están desconectados, por más que estén unidos a nuestro cuerpo y parece que está todo bien conectado, la realidad es que esta desconectado Daat de Kelilá.
Actualmente vemos que Daat no entiende y interpreta mal (Daat del mundo físico) y el otro Kelilá no se puede conectar con nadie (Kelilá del mundo físico).
Ahí vemos lo que sucedió con la sabiduría el Abzu, es una sabiduría para el control de las masas y las especies, que produce que los miembros internos de la persona estén unidos pero desconectados y eso es el abismo o el inframundo, eso sucede internamente y también sucede externamente.
Existen tantos métodos para activar los distintos órganos para producir un éxtasis, para activar la glándula pineal, que pueden funcionar en unos casos y en otros no es tan efectivo, y esto es porque se trata de arreglar un problema profundo con algo muy superficial sin encontrar la raíz del problema.
Entonces nos topamos con un problema que se tiene que resolver, en este caso nos enfrentamos a la conexión y a la desconexión, el estar dormidos o engañados y despertar para llegar a ser Luz, pero una cosa es saber que existe un problema y otra muy diferente es ver la raíz del problema.
Porque saber que tenemos un problema y con el esfuerzo de las palabras no lo vamos a solucionar, en cambio mirar en donde está el problema y ver la raíz de la desconexión, podemos solucionar toda esa dificultad e inclusive solucionar todas sus causas y consecuencias.
Antes de que aparecieran los cielos y la tierra el Abzu ya existía, con los planos y el plan perfecto para establecer un desastre terrenal y cósmico, y para lograrlo tenían que introducir algo que causara confusión, para producir una diáspora (No es algo físico solamente, esto llegó hasta los planos universales).
Génesis 11.7 – Bereshit Reina Valera 1960
Ahora, pues, descendamos, y confundamos, su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
“Génesis 11:7. Vamos descendamos y confundamos es el lenguaje para que no escuchen los lenguajes de sus compañeros.”
En la palabra “confundamos” en el original se escribe Navláh (נָבְלָה) y tiene las mismas letras de la palabra Neveláh (נְבֵלָה) que significa el cuerpo de un animal muerto, es carne podrida o carroña.
Donde dice confundamos el lenguaje, se puede ver y leer también como algo muerto o podrido.
Es un lenguaje muerto o lenguaje que se estableció como carroña.
Eso es lo que instituyó el Abzu en este planeta miles de años atrás, el lenguaje Neveláh (נְבֵלָה) el lenguaje como el cuerpo de un animal que ha quedado como carroña, porque es tan limitado el lenguaje de este mundo, que no puede entender, ni describir.
Lo que sucede es, que ni siquiera se sabe lo que hay en los Universos y peor aún no sabe cómo llegar a ellos, por lo que no sabe cómo salir de este encierro.
En este encierro hay cuidadores, capataces o amos que cuidan y controlan que nadie vaya más allá de lo físico, es decir, impiden el despertar y el progreso de los seres hacia otros planos dimensionales.
Uno de ellos son las serpientes, que empezaron a existir o fueron puestas en este mundo cuando se les puso nombres, convirtiéndose en los jefes o amos.
Los dioses serpiente del planeta llamados Lahmu y Lahamu.
Lahmu la serpiente divina, que recibía adoración.
Lahamu es el gran dragón en hebreo Tanin Gadol.
En el paraíso o Gan Edén no había solamente una serpiente, había muchas más, que venían del Abzu de la sabiduría de la confusión, la Jojmá Jasoná.
Apsu (Absu) y Tiamat mezclaron las aguas de arriba y las aguas de abajo para crear a los dioses, en donde aparecieron primero los dioses Serpientes (Najash) los dioses capataces de los planetas cárcel.
Por eso una cosa es decir que tenemos que conectarnos y otra cosa es ver en donde nos tenemos que conectar, una cosa es ver la herida superficial y otra cosa es ver la herida por dentro y mirar todos los daños que causó.
Entonces desde ahí poder solucionar los problemas, curando desde adentro hacia afuera, para que deje de infectarse.
Lo mismo sucede con el despertar y con el Ser de Luz.
El “Despertar” – Rei (עֵר) tiene la equivalencia con Tet (טית – ט).
La “Luz” – Or (אור) tiene la equivalencia con Tet (טית – ט)
El “Ser de Luz”- Jaí (חי) tiene la equivalencia con Tet (טית – ט).
Tet (טית – ט) es el nacimiento o lo que llaman el nuevo nacimiento, es un ciclo nuevo y diferente, con más experiencia y madurez.
En el Despertar. La Luz y el Ser de Luz tienen la misma equivalencia, y es el nuevo ciclo en los universos y mundos superiores, en donde se deja el lenguaje o se deja el engaño y se adquiere la experiencia del Bendito Es (Kudsho).
En este nuevo ciclo, en este despertar, somos una escalera cósmica, en donde contenemos toda la esencia y la experiencia de los universos, es decir, empezamos a conocer todos estos lugares, los podemos describir y lo más importante, podemos ayudar a que las personas también puedan llegar.
El lenguaje cambia por la experiencia, dejamos de suponer, dejamos de dudar y dejamos de creer, ahí solamente sabemos y conocemos todas las cosas y no queda ningún rincón sin que podamos conocer.
El Amor – Ahaváh (אהבה)
La Vida – Jaím (חיים)
La Luz – Or (אור)
La Paz – Shalom (שלום).
Las cuatro columnas juntas, tienen la equivalencia de Zaín (זין – ז) que es la llave para abrir todo lo que esta cerrado, no hay límites, barreras ni fronteras.
Las cuatro columnas que están en nosotros y son el Despertar, el Ser de Luz y la Luz, es Zaín (זין – ז) la llave, nosotros tenemos las llaves y nosotros somos las llaves para abrir todo lo que cerraron y bloquearon.
Lo más importante es que tenemos las llaves para mirar todo lo que ha sucedido en nosotros, en las especies, en los mundos y la manipulación que ha ocurrido, podemos entrar, mirar, ver todo lo que está fallando, lo que está roto y lo que esta desconectado y lo podemos reparar, lo podemos juntar y podemos sacar toda la mugre que no nos pertenece.
Por eso, es una bendición que muchos están saliendo de este aturdimiento o Tardemáh y despertando a una conciencia de si mismo y a la vez recobrando la capacidad de ser Ena que es la voluntad para así romper todo este embrujo de cosas y ser lo que en realidad somos.
Además, poder hacer las cosas que somos capaces de hacer y completar nuestra predestinación o tarea.
Shalom, Shalom.
DR. PEDRO R. ORTIZ EL MAESTRO