RELATOS DEL ORIGEN

La historia del origen del universo y sus planetas es algo que hemos estudiado y leído y crecimos con ese conocimiento sobre la formación del universo, pensamos que eso era todo lo que debíamos conocer sobre ese tema, pero la realidad nos está diciendo que desconocemos mucho más de lo que conocemos.
Este es una hipótesis que conocemos por bastante tiempo, y de alguna manera se convirtió en parte de nuestro desarrollo, crecimos con eso y no lo tocamos, pensamos que esa era la única verdad.
Entonces se pensó que Dios estaba solo y necesitaba compartir con alguien todas las maravillas que lo rodeaban, y decidió crear al hombre (Adám – אָדָם) para poder compartir su esplendor, y así Dios dejó de estar solo y compartió su creación con los Adám.
Nos imaginamos que Dios estaba solito, sufriendo y para calmar su dolor de soledad, de la nada decidido compartir con la creación, lo que tenía dentro suyo lo sacó para ser el rey de ese mundo, crecimos con esta idea, y pensamos que esa fue toda la vedad de lo que sucedió, pero hay mucho más.
Otra relato que conocemos, es en la que nos cuenta que dios solo deseaba compartir toda la abundancia que tenía, en este caso se deleitaba solo porque no existía nada más y decidido compartir su deleite con alguien más, y de su mente surgió la idea de hacer una creación, para que todas las ideas que tenía en su interior, las hiciese realidad y así es como inicio el acto de la creación, y se conoce como la mente del creador.
Pero vamos a mirarlo desde otro punto de vista, lo que vemos en estas narraciones sobre la creación, son los sentimientos, que describen un estado de soledad, melancolía, tristeza por no poder compartir lo que tenía, porque estaba solo y no tenía a nadie más alrededor suyo para compartir lo que poseía.
Estos son sentimientos de la humanidad, sentimientos que conocemos actualmente y no necesariamente son sentimientos de elevadísimas dimensiones son cosas que se vive a diario en este mundo, no es algo nuevo, más bien son sentimientos que nos han jugado en muchos casos una mala pasada.
La soledad, melancolía, tristeza generalmente provocan depresión, y se compara con estos sentimientos a un ser sublime, esto ya viene a ser una mezcla de la mente humana con los relatos del origen del universo, convirtiendo al Bendito Es (Kudsho) en un Dios humano con sentimientos deprimentes.
Entonces vemos que hay un Ser Superior y Sublime, Todo poderoso que está solo, se pone triste, llora, le salen lágrimas, porque no puede dar a nadie lo que tiene porque se siente solitario, así pensamos que es la mente del Bendito Es, una mente humana y se lo ha hecho semejante a los Adám de los mundos más bajos.
El origen de lo que sucedió es mucho más amplio y con detalles jamás contados, llegando a ser hasta un poco escalofriante, porque conocemos una parte de lo sucedido, pero no lo sabemos todo.
Por eso tenemos que redireccionarnos y no quedarnos con lo que tenemos, tampoco quedarnos con lo que sabemos, debemos ir más allá de todo esto, para empezar a armar la realidad de lo que sucedió realmente, y del porqué nos encontramos en este planeta y en esta situación.
El Tzimtzum (la gran explosión) da origen a los, planetas, estrellas, galaicas, nebulosas, constelaciones y hasta el hombre, esto es un hecho universalmente conocido, que marca el origen de todo el universo.
El Tzimtzum trae consigo el Ratzón Lekabel (רצון לקבל), el deseo de dar y el Ratzón LeHaspiáh (רצון להשפיע) el deseo de recibir.
Ratzón Lekabel (רצון לקבל), el deseo de dar.
Ratzón LeHaspiáh (רצון להשפיע) el deseo de recibir.
Ambos son opuestos, el que quiere dar no quiere recibir porque lo tiene todo y el que quiere recibir, no quiere dar porque no tiene nada, este es el ejemplo de cómo se inicia el mundo físico que conocemos y prácticamente también lo que es el tiempo y el espacio, inicia con sentimientos opuestos entre sí, luchando y peleando el uno contra el otro.
Ratzón Lekabel, el deseo de dar no quiere recibir, ni siquiera quiere recibir de la fuente original, es decir, no quiere recibir del Bendito Es (Kudsho).
Porque siente que lo tiene todo y no necesita de nadie, ni siquiera necesita de alguien superior a él, peor aún necesita de las personas, por lo que este deseo que está dando es de su propio egoísmo que lo encierra y aleja a todos aquellos que pueden ser su competencia.
Ratzón LeHaspiáh el deseo de recibir, en cambio solamente quiere recibir, pero sin compartir a nadie, toma todas las cosas para sí mismo y no las expresa o no las revela a nadie, se llena sin medida hasta que explota como un globo, por llenarse tanto y no dar a nadie.
Este es el acto inicial de la creación, los deseos y los deseos egoístas que solo quieren para si mismos y los demás no les interesa.
Cuando inicia el Tzimtzum aparecen estos deseos o Ratzón, por lo que la creación como esta traducido, está impregnada de estos deseos, desde ese momento ya hay dos fuerzas luchando en el interior de las personas, y estos deseos pelean para que a la final domine uno y el otro caiga.
El acto de la creación inicia con opuestos, desde el momento que inicia el universo ya aparece los deseos de dominar el uno sobre el otro, pero no solamente se queda ahí, empiezan a aparecer más cosas que nos hacen comprender que la historia de la creación no fue un acto divino, sino algo ya planificado, con intereses ajenos a la Luz.
Luego aparece Ana Emloj, el pensamiento que dice “yo debo reinar”, y ahora no son solamente los deseos que luchan por dominar, aparece alguien más en escena, aparece el “Yo debo reinar”.
No solamente es la lucha de los sentimientos que quieren gobernar lo que estaba por nacer, se suma también el reinado, el deseo de reinar, Yo debo reinar y no tú, hace todo lo posible para alejar a todas las personas que pueden llegar a ser una amenaza para su reinado.
La lucha es por el dominio del poder, por el dominio de todo lo que ya estaba en el pensamiento listo para ser ejecutado, por lo que el origen del universo es causa de disputa del el reinado y los sentimientos y esa es la causa por la que todo eso explotó.
Ahí vemos la gran explosión, no solamente fue porque la Luz del Bendito Es, se manifestó y la potencia de su Luz hizo que todo explotara, rompiéndose,
desfragmentándose el alma universal, juntando todo de nuevo, para hacer con los pedazos una nueva alma, pero ya mezclada.
Y así sucedió, la explosión ocurrió por causa de los deseos egoístas que se manifestaron antes del origen del cosmos conocido.
El Keter Tajtoná – El reinado lucho con el Ratzón Tajtoná Para aislarse del Yo soy – Los deseos, se pelearon para saber quién dominaría todo esto que se iba a expresar en tiempo y espacio, se entró en un tira y afloja unos jalando para un lado y otros jalando para el otro lado.
Esto causo que todo explote, se rompa y lo que estaba unido se dividio, regándose estos deseos opuestos en cada uno, el dar, el recibir y aparte de eso se mezcló con el poder de la pelea por el dominio y el reinado.
El Keter Tajtoná – El reinado y el Ratzón Tajtoná se desconectaron de Yo soy.
Y entonces los deseos, ya estaban antes de que sean emanados los universos, antes del tiempo y del espacio ellos ya estaban peleando entre sí por el dominio del presente, pasado y futuro.
Esta explosión creo partículas subatómicas, que son las responsables de dar a la materia diferentes propiedades o como conocemos, dar formas, cuerpos, esencias distintas, por eso vemos las cosas de diferente manera y nos miramos distintos, una misma especie peleando contra sí misma, en vez de unirse, se echan tierra unos a otros.
Pero aun después de todo esto no se quedó ahí, para poner algo, se tenía que exterminar lo que ya estaba, esta explosión no solo causo la fragmentación del universo y del alma universal, sino que esta explosión hizo desaparecer varias cosas, prácticamente es como un destructor, que tiene que desintegrar el campo para colocar su propia semilla.
No quiere decir que el universo es malo, cada parte que miramos tiene la Luz interior y por más que se haya separado siguen unidos por filamentos que se conectan los unos con los otros.
Tampoco tenemos que pensar que el Ratzón el deseo es malo, al contrario, el Ratzón es algo que nos ayuda a avanzar y a crecer, lo malo en el deseo está en que se acompaña con el egoísmo, el deseo acompañado de egoísmo es muy dañino y destructivo, esto se conoce como Ratzón Tajtoná el deseo en su estado corrupto.
Pues en si es dar a cambio de algo es el vil comercio es la raíz de todos los males. Si me das te doy.
La verdadera Ratzón Lekabel es dar a cambio de nada sin esperar nada en retorno.
El Alma universal se dividió es 600 mil letras, que fueron dispersadas por todo el cosmos y nosotros como almas individuales somos parte de esas 600 mil letras (Otiot) que están desparramadas.
La Toráh también tiene 600 mil letras o seres vivos , por lo que la Toráh viene a ser también un alma universal.
La Toráh está mutilada, cambiada, alterada, y eso miso nos sucedió a nosotros, nos cambiaron la verdad, y cambiaron lo que sucedió originalmente en el Tzimtzum, para ponernos algo que no es la realidad de lo que ha pasado.
No podemos desechar la Toráh por más manipulada que este, porque queramos o no queramos, estamos conectados a ella por las letras (Otiot) eso quiere decir que en nosotros está la Toráh y los códigos universales que los podemos restaurar.
Todo era una unidad un Ejad, luego del Tzimtzum se dividió en 600 mil chispas de Luz, luego se convirtieron esas chispas en letras (Keval Sagi) Letras inertes, que luego formaron parte de la Toráh escrita, carecían de la chispa divina y la conexión con la Luz.
La Toráh era el alma universal, nosotros somos parte de la Toráh y somos actualmente la Toráh Oraita, las chispas de Luz, que ahora nos estamos juntando para ayudar a restaurar el orden universal, recoger y junta todo nuevamente, para llevarlo a su estado original, la Luz del Bendito Es.
Pero no son solamente 600 mil letras o chispas, es mucho más, cuando mencionamos que sucedió algo escalofriante en el origen de lo que conocemos, es porque se exterminó gran parte delo que ya estaba y lo que ya existía, esta explosión no solo causo la fragmentación del universo y del alma universal, sino que provoco la desaparición de varias cosas, especies, esencias, este destructor eliminó lo que le estorbaba para colocar su propia semilla.
Los 600 mil solo es lo que dejaron, y lo peor es que lo dejaron mutilado, mezclado y confundido, pero aún hay mucho más que todo esto, la Toráh no es un libro solamente, es un Ser Cósmico, ahora la vemos como letras, pero desatando los códigos que tiene, podemos mirar su verdadera esencia, su verdadero origen y su verdadero Ser.
Shalom, Shalom.
DR. PEDRO R. ORTIZ EL MAESTRO